Normalmente, cuando recibimos la noticia nos llenamos de emoción, y comienzas a pensar cómo modificarás tu vida en torno a este nuevo integrante de la familia y qué decisiones debes tomar de aquí en adelante. No te preocupes, en Opaline te diremos cuáles son los factores más importantes tanto físicos y emocionales a considerar para la llegada de tu recién nacido.

TOMANDO DECISIONES

Haz de tu maternidad lo que sientas que es más cómodo para ti, según las necesidades que vaya presentando tu bebé:

1.- “Fondo Por si Acaso” Te recomiendo que lo primero sea crear un fondo que te permita cubrir necesidades no contempladas después del nacimiento, como por ejemplo: un saca leche (puede ser manual o eléctrico), un cojín de lactancia, mamaderas especiales, una máquina de ruido blanco por si tu guagua no logra dormir bien, un monitor, etc. En general, son objetos que sin ser de primera necesidad, puedes decidir después del parto si te será más cómodo tenerlos o no.

2.- Prepárate físicamente para el parto: Después del tercer mes, y con el permiso de tu ginecólogo, puedes comenzar a hacer ejercicios que no sean extenuantes, como caminar todos los días por media hora, practicar yoga para embarazadas o incluso, hacerlo desde tu casa. Con la ayuda de internet puedes buscar videos de ejercicios especializados que te ayuden a pasar un mejor embarazo, te mantendrás en forma y prepararás los músculos de tu piso pélvico para evitar un parto difícil.

3.- Aliméntate bien: Una buena alimentación es clave. Ciertos alimentos y vitaminas evitarán que tengas problemas en el embarazo, con tu salud y con el crecimiento y la formación de los órganos de tu bebé. Lo ideal es que mantengas una dieta balanceada, haciéndole caso a tu doctor sobre lo que no puedes consumir.

4.- ¿Colecho o cuna? Comencemos explicando que el colecho es dormir en la misma cama con tu bebé. Teniendo esto claro tanto el colecho como la cuna tienen cosas positivas y otras no tanto. Como te hablamos en otro post lo ideal es la lactancia a libre demanda, y en esto ayuda el colecho porque no tendrás que levantarte toda la noche para darle pecho a tu recién nacido. Otro de los puntos positivos, es que da seguridad emocional y afecto, ya que tu guagua te sentirá siempre con ella. Lo difícil, y es aquí cuando viene lo bueno de la cuna, es por ejemplo, cuando tienes más hijos y también duermen contigo, normalmente se dan vueltas en la cama y esto representa un riesgo para la guagua o dormir con el bebé cuando uno de los dos adultos está excesivamente cansado, etc. La solución para estar cerca de tu recién nacido sin peligros a la vista (en mi opinión) es usar una cuna colecho, en donde tu guagua duerma en su espacio, pero apegada a ti porque la idea de estas cunas es que sean una extensión de tu cama.

4.- Conversa con tu pareja Dile que necesitarás toda la ayuda posible, lo ideal es que todas las decisiones las tomen juntos y se vea involucrada en la mayor parte del proceso de tu embarazo, sobre todo, cuidándote a nivel físico y emocional. Muchas veces las parejas no tienen total claridad de lo que significan los primeros meses del recién nacido, explícale, pídele que te ayude a descansar lo más posible ya que será un tiempo algo caótico, especialmente para ti. Otro tema fundamental es que no alejes a tu pareja, confía en ella y dale la libertad para que aprenda a mudar, sacar chanchitos, bañar, limpiar el cordón umbilical y tomar en brazos al bebé cuantas veces quiera.

5.- Ten lista su ropa y aprende sobre su cuidado Algo completamente esencial para tu bebé es que tengas seguridad a la hora del cuidado físico. Te dejamos un link en donde podrás aprender lo básico sobre "Cuándo bañar a un recién nacido". Y agregamos otro link en donde podrás enterarte de qué tipo y cuánta ropa necesita tu recién nacido

6.- Conecta con tu bebé: Aprende a conocer a tu recién nacido, obsérvalo y comienza a entender sus gestos, sus caras, sus llantos, qué le gusta y qué no. Porque, aunque no lo creas, ¡los bebés ya saben lo que quieren!